Bailemos bajo la lluvia fresca cuando el cielo cantando está: es agua que relaja las bravuras cayendo desde las alturas de las nubes de algodón… Es el recuerdo de ser niños para siempre aunque se nos caigan ya los dientes y uno termine por olvidar aquello que nunca olvidó pues la memoria se encargó de aprehenderlo dentro de nuestra mente en algún remoto y olvidado lugar.