¿Qué le pasa a la nena que está llorando tanto?
¿Cómo curar su pena? ¿Cómo acabar su llanto?
Le han destruido su hogar: ya no le queda nada.
Solo le queda vagar… Ahora es refugiada.
¡Eso es una injusticia, no debería pasar!
Requiere una caricia: ¡Y yo la voy a ayudar!
Le daré muchos besos, usaré buenos modos…
Los terribles sucesos, los olvidará todos.
Detente, ya no sigas… Si quieres ayudarla
tienes que ser su amiga, no solo consolarla:
entender bien su penar, darle mucha esperanza.
A buscarle un nuevo hogar con toda la confianza,
pues solo así se erguirá de su vida pasada…
O por siempre seguirá siendo una refugiada.
Finalista y seleccionado para la Antología en el Primer Concurso Internacional de Poemas para el “Libro solidario” con motivo del Día Mundial de los Refugiados organizado por la Editorial Letras como espada (España).