Esperando a ser leídos
consultados a fin de enterarse
quién ha sido
cómo, cuándo, dónde ha producido
lo que ya sabemos y hemos disfrutado…
¡Qué importa el quién, el cómo, el cuándo!
Si ya han sido
emociones, placeres o desencantos
pero como siempre el promiscuo es
el ego humano:
datos, datos, datos
muchísimos más datos
del autor, del lector, de los conocidos
y hasta de los que nunca habremos de leer.
El caso siempre será coleccionarnos.
Y luego nos quejamos que no somos números sino humanos.