Contrario a la creencia popular de que las ovejas salen de sus madres y luego, al crecer, salen a pastar, en realidad ellas emergen desde el pasto, donde conocen a sus madres a través de la mirada cuando éstas salen a pastar; de aquella oveja que se enamoren será donde decidirán incubarse, y entonces sí, sucederá la tan conocida creencia popular.